sábado, 7 de diciembre de 2013

No te rindas.

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre, 
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.
Porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo.
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti

jueves, 5 de diciembre de 2013

Que viene y va.

No sé cómo mirar la vida. Ya no veo ningún ángulo bueno.
Me giro y no me gusta lo que veo detrás, sigo andando y tengo miedo del qué vendrá.
Y del presente mejor no hablemos. No, mejor no.
Porque nunca había tenido una época tan funesta. Tan desastrosa, tan absurda, tan...tan...
Que ya no sabes ni qué hacer, que ya vives con un constante nudo en la garganta, en el estómago, con un murmullo constante en tu puta cabeza 'has sido tú, tú tienes la culpa, si no fueras así...' Nunca estoy de humor, cualquier pequeña broma me hunde. No quiero seguir sintiéndome así de vulnerable. No me puedo permitir más errores, no puedo permitirme más noches en vela, llorando, joder, odiándome. Sinceramente, y lo digo completamente en serio, envidio a esas tías que lloran por un tío. Acabas olvidando, pero joder, ¿sabéis lo que es odiar a tu propio ser? ¡Intentas cambiar y no puedes y te jode y jode al resto y es una puta espiral de dolor que ya no aguanto más!
Y vives rodeada de gente que no sabes si se preocupan o no. Tal vez sí, pero ya están tan acostumbrados a verte así que ni se inmutan. Y otros pocos intentan sacar una sonrisa que, de ser sacada, está vacía. Vacía por completo.
Yo simplemente pido tener a gente a mi lado y saber que no se van a ir a la primera de cambio, que me van a aguantar y que van a intentar aceptar cómo soy. Pero sé que pido mucho, qué es demasiado difícil aguantarme, que es imposible no dejar de pensar que es mejor alejarse de mi que seguir en el mismo camino.
Y solamente quiero pedir perdón, perdón a todos los que os cruzáis en mi camino, a los que os hago tropezar. Soy la piedra que sobra del camino liso. De verdad, no lo hago aposta, no quiero hacer daño. Perdón por no saber hacer nada, por molestar cuando queréis que nadie os hable, por intentar animar y solo empeorarlo.
Y aunque me duela, escribo esto llorando, sabiendo que solo lo leerán un par de personas desconocidas que pensarán que soy estúpida u otro par que se sentirán identificadas. No lo sé, no me importa. Últimamente no me importa nada...

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Simplemente lloras.

Una vez me dijeron que luchase por lo que quería, que si de verdad yo lo quería con todo mi alma, merecería la pena, fuera lo que fuera y costase lo que costase. Y me lo creí.
Me creí todas esas mierdas relacionadas con la intencionalidad, con la buena fe de las personas. Me creí que lo importante era la intención, y que si intentabas hacer las cosas bien las harías bien. Me creía que si querías a alguien no le harías daño, ¿en que cabeza cabe lo contrario? Me creía que si sonreías a la vida, te sonreía a ti, y que si hacías el payaso a todas horas sabrían que es porque eres feliz.
Ahora todo es tan sumamente distinto..
Ahora sé que lo importante no es la intención, que de nada sirve intentar sacar una sonrisa si no lo consigues. No hay gris, es blanco o negro. Y siempre es negro. Entiendo que por muy buena fe que tengas no eres mejor persona, que vale más alguien que con poco te haga sentir genial que una persona que intenta diariamente que estés bien y solo empeora las cosas (como yo). Ahora sé que si quieres a alguien es posible hacerle daño, inconscientemente sale la mierda de persona que eres. Cuando crees que haces las cosas bien y solo las haces mal. Ahora sé que sonreír a la vida es algo absurdo. La vida es algo abstracto, no te puede sonreír de vuelta. Si estás mal, por mucho que sonrías, es jodidamente imposible que te sientas mejor. Y lo demuestra la ciencia, si no eres feliz, no generas las sustancias químicas que te hacen sentir bien, y sonreír es simplemente un acto físico, y no te hace sentir mejor. Y lo mejor de todo es que ahora sé que es mejor hacer el payaso para que se crean que estás bien, que para que lo sepan.
Y qué jodido es que te repitan una y otra vez que te mereces lo puto mejor, que te elogien siempre y luego se vayan, te dejen tirada, dejen de querer por el simple hecho de que saben que no mereces la pena, que estás tan hecha mierda que es inútil todo, y que no quieren rodearse de problemas que causo y tengo. Y se van, simplemente, y eso duele. Jode tantísimo saber que es por tu propia culpa, que noche tras noche te tumbas en la cama, miras al techo, pones una banda sonora triste, y lloras. Simplemente lloras

viernes, 29 de noviembre de 2013

Ojalá lo supiera.

La que tiene la culpa de casi todo. La que mira, escucha, comprende, pero no ayuda. La que intenta y no consigue. Siempre lo jode todo, y se queda sin nada.
La que acepta cualquier crítica, y se provoca las suyas propias.
La que cuando no sabe que decir, en vez de callar, jode.
La estúpida, inigualable y subnormal que, después de todos los errores, parece empeñada en no cambiar.
La que hace daño, al resto y a si misma. La que no sabe dónde meterse, que habla sin pensar, y cuando piensa, es inútil.
A la que dan gracias por decir algo, dicen 'te quiero' para hacer sentir bien, y no se sinceran por miedo a hacerla daño.
Y la que va dando tumbos en la cama, sin poder dormir, pensando, ¿qué será de mi? ¿Qué será de mi si sigo así?

jueves, 28 de noviembre de 2013

Perdida en la palma de mi mano.

Vivo del pasado, del presente y del qué vendrá.
Vivo del pensar, del hacer y del qué dirán.
De un hola, un hasta luego y un adiós.
Y de un contaste ¿merece la pena?         (y aunque no la merezca, yo siempre lo intento)

Caes, en espiral hacia el fondo. Y no puedes caer más, o eso crees.
Caes y te acostumbras a ello. No te levantas, sabes qué vendrá después.
Un círculo vicioso de errores cometidos, de fallos traicioneros y de miedos.
Miedos que viven de mi. Y nostalgia, pesimismo, rabia.

No saber ni qué hacer, ni dónde ir, ni qué decir.
Perdida en la palma de mi mano.
Viviendo del 'jaja' en murmullos y del 'cri-cri' de los grillos.
Y también del 'qué te pasa' curioso, no preocupado.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Te veo distinta. Tal vez has cambiado.
Te veo en los pasillos de tu instituto, con pasos lentos y respiración torpe. Parece que algo te pesa.
Te veo mirar a personas, como buscando algo, como encontrando poco... Como perdida en tus pensamientos sin hacer caso del resto.
Te veo distraída, siguiendo las líneas de un libro que lees, pero perdida, pensando en tu propia vida. Pensando en tus problema, o en tus falsas ilusiones (quién sabe). 
Sólo sé que no veo en ti esa sonrisa espontanea que aparece al pensar en algo alegre, de la nada, sin motivo. Sólo sé que ya no te ríes con esas ganas de antes, que finges carcajadas para que la gente no se aparte, no murmulle, no... 
Veo que en tus ojos ha cambiado el brillo, que abrazas con desganas y hablas sin fuerzas. 
Descartamos  eso de unos «ojos apagados». Yo los veo brillar. Tal vez sean tus esperanzas de que todo vaya a mejor (o sean las lágrimas que contienes, no lo sé).
Descartamos tus pocas ganas de hablar, pues se te nota con ansias de gritar, pero no puedes, no eres capaz.
Te veo con ganas de vivir en un futuro distinto, y te veo (o te imagino) riéndote de las putadas pasadas.
También te veo apartada, intentando tener tus propios pensamientos encerrados en tu cabeza.
Pero veo, sí, también veo, que no puedes evitar coger ese papel y esa pluma y, simplemente, soltarlo todo.
Te veo llorar por las noches, beber para olvidar, sufrir para sanar.
Te veo con mirada concentrada, pensamientos en las nubes, exámenes suspensos...
Te veo querer y ser querida, ayudar y ser ayudada, dañar y ser dañada.
Y también te veo, sí, ahora mismo, escribiendo esto.

dcvdsjhhcdkhkhckdshkhhdeujfgfugfdgsfkhegfuewgfuweogfougfoiehuoff ATTE: el espejo.

domingo, 3 de noviembre de 2013

¿Sabes?

Nunca te molestaré, nunca voy a prometer en falso, nunca más voy a hablar.
Me alejaré de aquello que te hace feliz, me iré muy lejos de aquí.
No le tendrás miedo al miedo.
Ningún pensamiento fue metido en esto, nunca supe que las cosas acabarían así, que todo fuera a ir tan mal.
¿Sabes? He fallado en muchas cosas menos en sentir dolor. Y sabes que tengo razón.
Aunque me siento tan calmada, ya no me volveré a esconder.
Hablemos de alguien más, aunque todo esto acabará por derretirse. "Nada la molesta realmente, ella solo se preocupa de amarse a si misma", dicen algunos.
Repito que las cosas nunca han ido tan mal, y que yo jamás he fallado en sentir dolor.
Y sabes que tengo razón. Que aunque intente huir de mis males, ellos no desaparecerán.
Todo pasa por algo, pero lo que no pasa, también es por algo.

lunes, 14 de octubre de 2013

Habitando en mi inconsciente...

Habitando en mi inconsciente me di cuenta de muchas cosas. Cuántos sentimientos en una cuneta, apartados, y cuántos revolotean como moscas entre pensamientos que son escoria. Cuántas sensaciones que merecen vivir en un manicomio, y cuántas estupideces que quieren vivir como reyes.
Quieren, y no pueden. Porque si pudieran harían de mi vida una estupidez. Y bastante tengo con vivirla como una locura.
¿Cómo desinstalo los recuerdos? ¿Y las emociones dónde las desenchufo?
Presencia en sueños y ausencia en la realidad, que extravagante paranoia. Como cuando sueñas que tienes hambre y por mucho que comes no derribas esa sensación, pero en la vida real. Y hablando en metáfora.
Tal vez la realidad sea un sueño. O una pesadilla. Tal vez con un poco de práctica podamos dejar el dolor apartado en esa cuneta dónde antes habitaban los sentimientos, para dejar paso a lo bonito y sucumbir a sus encantos. Pero nos gusta dejar el dolor a flor de piel, y acceder a él cuando queramos. Nos hace sentir vivos. ¿O no?

domingo, 13 de octubre de 2013

Tengo tratos con la vida y deudas con el diablo.
Tengo las lágrimas rotas y el corazón llorando.
Los días perdidos y los que me restan, regalados. 
Mierda en las manos y los zapatos brillando.
Tengo una fecha perdida en el día que marca hoy el calendario.
Tengo besos en la copa y alcohol en los labios.
Los días quemados de tantas noches en vela.
El pantalón cosido y el futuro deshilachado.

viernes, 11 de octubre de 2013

Dibujamos el futuro pero nos olvidamos de colorearlo.

¿Por qué me dicen que sea paciente si la paciencia se lleva lo más valioso de esta vida? No estoy para perder el tiempo, (ni para perder nada, la verdad). ¿La verdad? La verdad es que uno de los temores que más se acogen a mi vida es el miedo a que me reviente la boca de callarme tantas cosas.
Revivir la época en la que era feliz y no lo sabía. O tal vez lo sabía y no quería darme cuenta. O yo que sé.
También existió mi época de ignorar mis errores, de ignorar los problemas y fingir que no había nada malo. Qué época aquella, se ha vuelto todo tan patas arriba... Ahora me siento un poco acojonada. ¿Cómo puede llegar a cambiar tanto alguien?
Mi vida,
una completa decepción. O tal vez la decepción sea yo como persona. O mi mentalidad.
O tal vez la decepción es que la gente actúen como si te entendieran pero a las espaldas critican tus formas. Y así no.
No.
Pero qué se le va a hacer, si en esta vida lo único bueno que queda es la poesía y la música.
No me sirve de nada eso de 'hoy va a ser un gran día'. Cuanto más grande peor, a mi que me aturda la noche, por favor. Dulce medicina.
Silencio y oscuridad. Y lo bonito que es llorar a oscuras. Y sonreír con recuerdos (o sueños).
Y sentarte en el jardín mirando las estrellas, el cielo, la luna. Y escuchas a grillos que cantan una canción que te suena a gloria. Bendita noche, lugar de ahogar penas.


(Incluso París está más bonita a oscuras).
Susurrarle a la oscuridad que te duele y te lo callas por no hacer daño. Preferir sufrir que hacer sufrir. Aunque odias sufrir.
Simplemente, hermoso y doloroso a la vez.
Y los recuerdos en blanco y negro, porque el color se ha ido marchitando.
De esto que quieres volar y te chocas con el cielo. Y sin vuelo, no hay escape.

miércoles, 9 de octubre de 2013

Un abrazo ahora sería perfecto.

Como cuando te levantas de un mal sueño y te quedas con una sensación agónica todo el día. Como cuando te dicen "que ningún o ninguna hija de puta te de menos de lo que mereces" y piensas "já, si supieras que esa hija de puta soy yo". Cuando eres el motivo de la frase "lo mejor es alejarte de lo que más quieres para que así deje de hacerte daño".
Te quiero's lanzados al aire como una moneda, a ver si sale cara o cruz, a ver si es cierto o no. Te quiero's lanzados al aire que te azuzan como una brisa fría de viento. Y claro, te hiela.
Un abrazo ahora sería perfecto.
Que te engañas si piensas que está bien equivocarse para así aprender. Aprender es cuestión de ser un poquito inteligente para darte cuenta de qué fallos no debes cometer y, si ya los has cometido, no volver a caer. Pero yo creo que soy un bumerán que simplemente va y viene. Sin más, sin recorrido.
Que alguien me ayude a encontrar un sitio al que permanecer y adaptarme, que parezco un jodido camaleón cambiando en los momentos menos oportunos.

domingo, 6 de octubre de 2013

Un desorden que hace del orden un desastre.

Me gusta vivir en el caos. En mi propio caos. Un desorden que hace del orden un desastre.
Vivir al revés y morir boca-arriba, como un gato panza-arriba que no se sabe defender. Un golpe, dos, tres. No sirve de nada esquivar, siempre me alcanzan.
No existe camino sin piedras ni persona que no tropiece, pero yo, ay de mi, demasiadas cicatrices. Escondidas bajo piel. Esas son las peores, las que nadie puede ver y ni tú mismo sabes curar.
Al menos vivir en el caos me hace pensar menos en las heridas. Que cicatricen solas, que ya tienen muchos años.
Bendito desorden mental. Gracias a él no sé por dónde empezar a ordenar mis pensamientos. Y mejor, porque... jodidos pensamientos. O pensamientos jodidos.
Aunque prefiero pensar con la cabeza antes que con el corazón. Lo primero me jode viva, lo segundo me jode incluso en los sueños. Sueños que son geniales cuando estás dormida, que cuando despiertas te das cuenta de que no es tan genial. Preferible vivir en el sueño que en la realidad, y eso es imposible.
Así que no intentéis ordenar mi desorden, porque vivo genial sumida en mi caos.

jueves, 3 de octubre de 2013

Poema de adicciones.

A purge to stop the gain
And a cut to break the vein
These are my addictions
And they both hurt the same

The words youve spoken
Leave me broken
So I grab my blade
To begin a whole new pain

Just a little thinner
And then ill be perfect
My weight is
My worst defect

A drink to win the game
A smoke to ease the crave
These are my addictions
And they both hurt the same

Breathe in; Inhale
Blow out the smoke
My breath is now so stale
This isnt a joke

A shot...a beer
What can it hurt
But it brought me here
Now he lifts my skirt

A shot to kill the pain
A pill to drown the shame
These are my addictions 
And they both hurt the same

I swallow another pill today
I will not finish this day
Cause I cannot stay
So filled with pain

Bang goes the gun
Next thing
You know im gone
To these last few moments I cling

A shot to kill the pain
A pill to drain the shame
A purge to stop the gain
A cut to break the vein
A smoke to ease the crave
A drink to win the game
These are my addictions
And they all hurt the same

sábado, 28 de septiembre de 2013

Intoxicación de recuerdos y sentimientos.

Solamente soy una raja en este castillo de cristal.
Me adentro en callejones sin salida y no me doy cuenta de que la salida está en la entrada.
Ya no tropiezo con la misma piedra. Ni con ninguna. Ahora mis pies heridos son los que me hacen tropezarme sin necesidad de que haya ningún obstáculo.
Me siento como una cebolla, siempre diciendo 'lo siento, nunca he querido hacerte llorar'. Y cubierta en tantas capas para que nadie conozca mi verdadero interior.
Creo que ya es hora de ser feliz otra vez.
Ser el cambio que quiero para el mundo.
Ser yo, y dejar de ser.
Y un cartel en mi frente que diga:
'Bienvenidos a mi realidad.'

domingo, 22 de septiembre de 2013

Este mundo es bipolar.

Robando y agarrando lo que fuera para arreglar las piezas de dentro. Sin dinero, sin esperanza. De cabeza a ninguna parte.
Hasta que te quedas parado, te miras en el espejo. Y estás que no te crees en lo que te has convertido. Juraba que iba a llegar a ser alguien, y todo el mundo crece. Vendemos nuestros sueños y nuestro potencial para escapar a través de ese murmullo... Juraría que ya he pasado por esto antes. Hay una guerra en mi corazón que reconozco. Hay una espina clavada, eso es lo que me desgarra desde el principio.
Corazones doloridos, llenos de cicatrices. La música es la única cura que me alivia, pero estoy demasiado acojonada para quitarme toda esta mierda de encima.
Una voz sigue hablándome en mi cabeza, y la voy a joder. Lleno la pistola de plomo y la reventaré hasta que ese runrún se calle.
Hay una puerta hacia mi conciencia pero no puedo abrirla, ni mirar por la mirilla.
Estaba a su lado, pero estaba caminando sola.  No puedo creer que esté pasando, hundiéndome en la depresión. Ya había estado aquí antes, y ahora he vuelto de nuevo. El camino era hacia arriba pero yo lo seguí hacia abajo. Nudillos ensangrentados, entumecidos y doloridos por golpear todos esos putos miedos que no quieres que se acerquen. Y se acercan. ¿Y qué tienes que hacer?
Este mundo es bipolar; precioso para algunos y para otros el más jodidamente triste.
Serenata en mi cerebro, una cuchilla de afeitar, locura.
Me gustaría volver al pasado. Seguramente no para cambiar nada, sino para revivir los momentos en los que era feliz y no me daba cuenta.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Agotada.

¡No puedo más! ¡Estoy harta! Estoy... estoy... estoy... cansada.
Joder.
¿Por qué así? ¿Por qué siempre de la peor forma? ¿Por qué tan de repente?
¿Existe el destino? Porque le estoy cogiendo asco.
Me hicieron daño y ahora soy distinta. Y no es justo para mi ni para nadie. Puta onda expansiva de mis penas, joder, que afectan a quienes menos debe. Putada.
¿Puedo vivir así? Jodiendo a todo el que quiero. ¿Tal vez hago daño para que no me hagan daño?
Eso no puede ser. No puedo pasarlo peor que haciendo daño a quien no debe sufrir.
Pero yo, no puedo más, no puedo ni llorar todas las noches ni odiarme ni... joder, necesito un cambio. Pero no soy capaz, y menos así. Con un cansancio mental del 80%. Cansada de rayarme, de pensar, de soñar. De esconderme para llorar sin que nadie pregunte, de callarme tantas cosas que me duelen.
Cansada. Joder. Cansada. Eso es lo que más me define ahora.

martes, 17 de septiembre de 2013

Fracasar en sueños y triunfar en pesadillas.

Diría muchas cosas, pero es de mala educación hablar con la boca llena y el alma vacía.
Qué gracioso, que después de toda una vida dando pasos de elefante queramos volver al pasado y revivir cada instante. Somos... ¿gilipollas? 
A veces pasamos demasiado tiempo sin vivir en absoluto y de pronto toda nuestra vida se concentra en un instante. 
Y bueno, he vivido tanto tiempo sumida en la oscuridad que casi se me había olvidado lo bonita que es la luz de la luna.

Te pones a pensarlo y, ¡joder! ¡Todas las rosas tienen espinas! Pero merece tanto la pena pincharse por las que merecen la pena... 
Después de toda noche empapando de lágrimas la almohada toca un día con una sonrisa (falsa) en la cara.
Y... bah, ¿para qué te molestas en intentar olvidar? Si dentro de un tiempo vas a volver a recordarlo. Aunque es posible que sea una costumbre imposible de abandonar, lo de hacerte el gilipollas loco y pensar que puedes olvidar. Ilusos..
Pero el ser humano es así... Fracasa en sus sueños y triunfa en sus pesadillas.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Se siente como si ya nada importase lo más mínimo.

Es sencillo hacer reír a alguien, sacarle una sonrisa a una persona que quieres. Hacerle sentir bien.
¿Por qué me cuesta a mi tanto? Por qué hago todo tan difícil...
La gente dice que los malos recuerdos son los que causan el peor dolor, pero yo sufro más las sonrisas pasadas. Actualmente, son los mejores recuerdos los que me vuelven demente.
Es mejor hacerse el loco, y pensar que los sentimientos son como visitantes. Tienes que dejarlos que te visiten y luego irse. Qué fácil suena, qué difícil sonido.
Y entonces... te das cuenta de que eres esa persona.
Esa que vacila un pequeño "estoy bien" entre los dientes, pero yo creo que aunque buscase en todos los océanos de este mundo, jamás nadie encontraría la realidad oculta de esas palabras.
Parece que estoy perdiendo algo muy dentro de mi.
Sí, todos sufren algunos días.
Todos sufren.
Todos gritan.
Todos se sienten así de mal en algún momento.
Se siente como si ya nada importase lo más mínimo.
Nunca he querido hacer sentir mal a nadie. Y esto no puede estar pasando. No puedo estar mirándome al espejo y criticándome todos los días. Eso no lo hacen todos.
Demasiadas preguntas en mi cabeza, y demasiadas respuestas que no consigo encontrar. Ojalá pudiera volver el tiempo atrás, aunque tal vez eso no cambiaría nada. Los monstruos se crean poco a poco. Tendría que retroceder... demasiado.
Consumo, despedazo, rompo los corazones ajenos. Y qué queréis que os confiese, eso rompe el mío peor que si le diera martillazos.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Es divertido imaginar.

Es divertido imaginar que somos extraños
e imaginas que estás sentado en alguna otra habitación,
en otra casa,
incluso a veces en otro país,
pensando sobre cosas que
ni siquiera se me ocurrirían.

Es divertido pensar que estás ahí fuera
sonriendo, divirtiéndote, amando, soñando..
y deseando a las mismas estrellas
que miro cuando cae la noche
como una cortina sobre el horizonte.

Es divertido pensar que en un futuro
podré ser suficiente para alguien
y sabré no hacer daño.
Pero hoy es agotador pensar
que es mejor alejarse de mi lado
para ser feliz.

sábado, 14 de septiembre de 2013

No sé explicarme.

Ignorar lo que te hace daño no es nada fácil de hacer pero sí de fingir.
Nunca he dicho que mi vida sea una mierda pero si que hay algunos aspectos que lo son.
Tengo mucho miedo de cometer errores y estropearlo todo. Tengo un diario lleno de páginas en blanco y una cabeza llena de palabras no dichas. Intento hacer lo mejor pero creo que solo estoy haciendo lo peor. El secreto está en dejar de sentir, pero si dejas de sentir es porque has dejado de vivir.
Sonará extraño, pero siempre es bonito un 'quédate'. Pero también lo es un 'no me dejes ir, no dejes que me marche'.
Nunca he probado una calada de un cigarro pero si de algo soy experta es en consumir sonrisas. Agotarlas.
Cambio un abrazo que me haga sentir viva por 5 minutos de carcajadas. Prefiero no reír y sentirme viva. No se admiten devoluciones.
No busco alguien que me entienda, sino alguien que me haga entenderme.
Una motivación pasajera.
¿Quieres saber una cosa?  Mi mayor temor es que con el tiempo me verás como me veo a mí mismo. Por mi culpa. Por dejarme conocer.
Dejar que alguien me conozca solo abre la puerta a mis demonios que residen en el jodido corazón que ha sido abierto. No entres ahí, por favor. Puedes salir malherido. Y yo también.
Es lógico pensar que duele. Personas que te han dado tantos momentos que recordar y ahora se han convertido en recuerdos. Las personas. No es plato de buen gusto.
Todos hemos perdido a gente por el camino, que se han quedado atrás. O nos hemos quedado nosotros parados. No lo sé. Pero sin duda duele que la culpa hayas sido tú mismo.
Y ahora toca entender que hacer con tanto daño. Y qué hacer para dejar de hacérmelo.

martes, 10 de septiembre de 2013

Pido mucho para lo poco que soy.

Hoy me he levantado negativa (como de costumbre).
Me he despertado, he cogido los cascos y he escuchado canciones aleatorias (aleatorias, como mi corazón al elegir a las personas a las que querer).
Apago  el móvil (ojalá fuera tan fácil desconectar mi mente) y me levanto. Son las 7 de la mañana, aún hace frío fuera. Salgo. Una pequeña brisa, un temblor, tiritar. 
Me cruje el estómago. No puedo desayunar, tengo análisis de sangre, y no soy de las que desayunan pero a mi estómago le apetece hacerme la puñeta hoy (como suele hacer la vida en general).
Me sacan sangre. No me duele. Vaya, creo que debo estar acostumbrada al dolor, no sé.
Y en los pocos segundos que dura, me pongo a pensar. Me apetece ir a Madrid.
Bajar a mi ciudad, sentarme en cualquier lado y ver a la gente pasar. Con bolsas de la compra, del Corte-Inglés, jóvenes modernos saliendo de un Starbucks, un señor en traje que lleva prisa, una chica en su primer día de universidad. Simplemente quiero observar la vida de los demás, ver a un niño llorar porque no le compran lo que quiere o a un bebé reír porque su madre le hace carantoñas. Oler el humo de los coches, la contaminación, los nervios y el estrés de esa ciudad. Allí me siento 'como en casa'.
Se acabó el pinchazo, se ha quedado un pequeño bulto pero acabará desapareciendo en unas horas (y sigo diciendo que ojalá fueran mis problemas así de llevaderos y breves).
Llego a mi casa y decido darme un baño. Lleno la bañera, un poco de espuma. Lo típico pero sin ser rutinario.
Y me meto. Completamente. Me tumbo dentro del agua, hundida hasta más no poder. Y pienso que ya no me puedo hundir más, (ojalá fuera tan fácil en la vida). 
¿Os habéis fijado? Demasiados ojalás en tan poco espacio, pero es que yo vivo en un constante deseo.
Ojalá no me olvide la gente que se ha ido, ojalá consiga lo que me propongo, ojalá fuera mejor persona, ojalá no fuese todo tan complicado, ojalá fuera más fuerte, ojalá fuese más fácil cogerme cariño y más difícil que yo lo cogiera. Ojalá todo vuelva a ser lo de antes. O mejor. O no sé. Ojalá no fuera tan fácil alejarse de mi. Ojalá yo no hiciese daño, y no me hiciesen daño a mi.
Pido mucho para lo poco que soy, lo sé. Lo saben. Todos. Soy una persona que vive de las esperanzas para no chocarse con el miedo. Y ya me da igual caerme de bruces contra el suelo, si ya lo he hecho tantas veces.
Yo no olvido, pero a mi me olvidan. Yo no dejo de querer, pero a mi me dejan de querer. Yo hago daño y como un bumerán, me hacen daño a mi. Lógico. Lo admito. Lo comprendo. Lo apoyo.
Saco la cabeza para respirar. Cierro los ojos y pienso en locuras y tonterías.
Mejor será que me duerma, ahí todas mis locuras son sueños y se quedan en eso, en sueños.

Imposible.

Caen gotas de desesperación,
lágrimas de decepción
viniendo del corazón.

Cae lluvia de recuerdos
imposible de apaciguar
como agua cayendo en el mar.

Son gritos en silencio, 
acuerdos que ya no suenan,
cosas que ya no presencio,
palabras que ya no llenan,
estrellas que ya no iluminan.
Son como vistas en ruinas,
luces que apagan el camino,
sentimiento que ya no domino.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Me encanta ver cómo me arrancan el corazón.

Me asomo a la terraza y veo una bandada de pájaros volar. No sé hacia dónde se dirigen, solo sé que me gustaría ir con ellos.
Alejarme de todo lo que me rodea y de cuantos me rodean. De aquellos que preguntan qué sucede y de aquellos a los que les da igual. Irme a cualquier lugar. Me dejo llevar.
El problema es que no puedo alejarme de todos. Aunque me vaya lejos no voy a conseguir dejar atrás al peor de los demonios que jamás he conocido. Siempre irá conmigo.
Sentarse en el tejado mirando al cielo. Solo me falta el cigarro. No fumo, de momento.
Al fin y al cabo siempre he pensado que no quiero tener nada malo en el cuerpo, que quiero vivir sana. Pero ahora... ¿para qué?
Sé que no estáis entendiendo nada, pero yo si. No creo que fume, pero mira, tampoco creía en los monstruos hasta que me conocí.
El único camino hacia la felicidad se encuentra después de saber convivir contigo mismo, con tus emociones, con tus sentimientos.
Creo que yo me estoy equivocando de camino, pues.
Dicen que la vida es un juego, pero yo no estoy segura de que sea yo la que tenga que jugarlo. Parezco más bien un títere. Es la vida la que juega conmigo.
Pero todos los muñecos viejos acaban rompiéndose, y creo que mi corazón es un muñeco con demasiados trozos perdidos. Corta a cualquiera que se adentre en él. Como una trampa para osos, pero sin quererlo.
Y, ¿si yo desapareciera algo cambiaría? Tantas veces con esa pregunta en mi cabeza. Ojalá supiera quien lloraría por mi, quien no dormiría tranquilo y quién pensaría que me echa de menos.
Nos dicen que no miremos al pasado pero que aprendamos de los errores cometidos. Todo muy confuso. Es como a un niño que le dices que no toque algo y lo toca. Igual.
Y duele ver cómo te haces daño por fuera intentando matar lo que sientes por dentro.

domingo, 8 de septiembre de 2013

Infortunios.

Tú eres los libros que lees, las películas que ves, la música que escuchas, la gente que conoces, los sueños que posees, las conversaciones que tienes.
Tú eres lo que coges de todo eso.
Eres el sonido del océano, un soplo de aire fresco, la luz más brillante y la sombra más oscura. Tú eres todas esas experiencias que has tenido a lo largo de tu vida. Tú eres todos los segundos de todos tus días.
Entonces ahógate en tu mar de conocimiento y de existencia. Deja que tus palabras corran por tus venas y que los colores fluyan hacia tu mente.
Esa mente que se vuelve oscura cuando piensas en cómo eres. Llénala de color y de energía, riégala con agua bendita o sin bendecir, pero hazla que sonría. Sí, que sonría tu mente, tus pensamientos deben ser felices. Es mejor sonreír por dentro que hacerlo falsamente por fuera.
Aún me encuentro esperando a ese día en el que aprenda a volar y jamás vuelva a caer.
 No creo en el destino, pero todo sucede por alguna razón. Pero a veces la razón es que somos tan estúpidos que tomamos malas decisiones.

Llueve sobre mojado.

Vivimos en constante movimiento. La vida sigue y se hace más pesada, pero sigue al fin y al cabo. Pero es muy jodida.
Vas en el coche, escuchando canciones que ponen en la radio, canciones que no te llenan del todo. De repente... ¡oh! La canción... Encuentras la canción que por fin buscabas, la que te llena, la que te embriaga y te hace sentir genial y, ¡joder! ¡No! ¡Otra vez no!
Un túnel.
Dejas de escuchar la canción. Justo se han cruzado el túnel con la canción, ya no la oyes, ya no te sientes bien. Ahora sientes rabia, ¡joder! ¿Por qué siempre me pasa lo mismo? ¿Por qué tanta mala suerte?
Espero que entendáis la metáfora de mi vida, tal vez no, tal vez si. Me da igual, ya nadie me entiende.
Antes sí. Ahora no. Y todo cambia en milésimas de segundo. Cómo sube la marea y cómo baja. Tienes que tener cuidado de no confiarte o el mar te tragará. Sal de la orilla, estás en peligro, demasiado confiada. Sube la marea. ¡Cuidado! Sal corriendo. ¡Joder! Duele correr en una playa llena de piedras. ¡Arg! ¡Duele! Pero tienes que huir, te has confiado y tienes que elegir, o te traga el mar o sufres por salir de él.
Que agotamiento. Llegas a casa, te tumbas y no puedes evitar revivir todo. Recordarlo. Incluso sientes demasiado, sientes aún el golpe de tus pies al dar contra las piedras, al correr, al huir. Lo sientes cuando estás tumbada en la cama mirando hacia un techo que ojalá no estuviera.
Afuera llueve y yo quiero mojarme.
Te levantas, no quieres seguir sintiendo nada ni pensando en nada. ¿Música? No, hay canciones que recuerdan personas, momentos, situaciones, emociones. No es lo que quiero, no quiero sentir. ¿Y si me duermo? Difícil, soñar también es duro si al levantarte recuerdas lo soñado.
¿Qué hago entonces? Voy a hacer lo que debí hacer hace mucho tiempo.

Bajo los escalones. Llego a la cocina. ¿Un vaso de cristal? Sí, eso servirá.
Abro la puerta y salgo a la calle. Sigue lloviendo y mis lágrimas son un poco más cálidas que el agua que cae del cielo estrellado. Porque es de noche y se ven unas pocas estrellas. Pero también está nublado. Es extraño, pero me acostumbro a lo raro.
Se oyen coches pasar y salpicar, perros ladrar. Huelo el aire; tierra mojada. Sensación de nostalgia. ¿Por qué? Ni idea. Sigo con el vaso en la mano, con un pijama que apenas me cubre el cuerpo. Es final de verano, hace un poco de frío pero no es lo que me preocupa ahora. Estoy descalza, pisando el barro y alguna que otra piedra. Y vuelvo a recordar. Tengo que huir, dejar de pensar.
Llueve sobre mojado.
Tiro el vaso con fuerza hacia el suelo. Por suerte no me corto. (¿Por suerte?) Y me siento en el suelo mirando los pedazos. Hace apenas un segundo el vaso estaba bien, con algún que otro rasguño pero en buen estado y ahora está partido en demasiados trozos, es imposible que se arregle. Y la culpa de haberse roto ha sido mía. Vuelvo a sentirlo, esa horrible sensación. Tengo que dejar de pensar. ¿Y si camino por encima de los cristales? Me lo planteo. El dolor te hace sentir viva, ¿no? Pero no lo hago. ¿Por qué? Porque sigo mirando los pedazos y sigo pensando en que yo he sido el problema, yo he sido quien lo ha roto. ¡Yo soy su problema! ¿Y sabéis lo más paradójico? Que he destrozado a mi vaso favorito.

martes, 3 de septiembre de 2013

Por sobre las terrazas alunadas
donde se aman cautelosamente los gatos
y los brillos esquivan las chimeneas
creo que nadie sabe lo que yo sé esta noche
algo aprendido a pedacitos y a pulsaciones
y que integra mi pánico tradicional modesto.

¿Cómo desmenuzar plácidamente el miedo
comprender por fin que no es una excusa
sino un escalofrío parecido al disfrute
sólo que amarguísimo y si atenuantes?

Los suicidas no tienen problemas al respecto
deciden derrotarse y a veces lo consiguen
entran en el miedo como en una piragua
sin remos y con rumbo de cascada
son los descubridores del alivio
pero la paz les dura una milésima.

Tampoco los homicidas se preocupan mucho
imitan el miedo a una coyuntura
desenvainan la furia o aprietan el gatillo
y todo queda así simplificado y yerto.


Pero los demás o sea los que venimos
tironeados por la maravilla
y perseguidos por el horror
los demás o sea los compinches de la duda
los candorosos los irresponsables
los violentos pero no tanto
los tranquilos pero no mucho
los deportados de la buena fe
los necesitados de alegría
los ambulantes y los turbados
los omisos de la vanguardia
los atrasados de la vislumbre.

Esos qué haremos con el mundo
sino asediarlo a escaramuzas
desmenuzarlo con las uñas
extinguirlo con el resuello
desmantelarlo a mordiscones
hacerlo trizas con la mirada
dar cuenta de él con el amor
estrangularlo.
El miedo al dolor es lo que me ha provocado que me duela. La seguridad de que algo va a pasar es lo que me ha hecho ser insegura. Bailar bajo la lluvia, eso es lo que yo debería estar haciendo. No pensar en que está lloviendo y aún así bailar, ¡bailar!
No. No se puede ordenar al cuerpo a que baile si tienes la cabeza puesta en otros asuntos. Rayadas y pensamientos variados, todos sobre un mismo tema. De verdad, he intentado bailar bajo el chaparrón que me está cayendo pero es imposible cuando tengo goteras dentro de mi. Soy una persona MUY reservada, y siempre digo lo mismo; mucha gente cree que me conoce. Sí, cuento mis problemas y pido soluciones. Pero hay problemas tan... secretos, que no soy capaz de contarlos. Entonces es que no confío en nadie. ¡Y aplaudanme, señores lectores, que cuando por fin encuentro la confianza que necesitaba en alguien, esa persona se va! ¡SE ESFUMA! ¡Y YO SOY UNA PUTA PERSONA QUE NECESITA EXTERIORIZAR SENTIMIENTOS, PENSAMIENTOS Y PROBLEMAS, PERO NO CON CUALQUIERA!
¿DE QUE ME SERVÍS TODOS LOS QUE DECÍS QUE ES FÁCIL QUERERME SI NO ES FÁCIL PERMANECER A MI LADO? PARA ESO PREFIERO SER UNA PERSONA FRÍA Y DISTANTE, SIN UN JODIDO SENTIMIENTO, SIN UN JODIDO AMIGO.
Aprecia lo que tienes. Yo siempre lo he apreciado, siempre. Jamás me ha costado pedir perdón por mis errores ni decir 'te quiero' mil veces al día. Siempre he intentado ser suficiente para el resto y no puedo evitar no llorar al escribir esto. Cometer siempre el mismo error es de necios, y yo posiblemente me creía sabia porque había aprendido de ellos. Joder, cuánto duele no ser suficiente, cuánto duele hacer daño sin querer. Cuánto duele que no haya segundas oportunidades. Cuánto duele conseguir ser la de siempre y que no te crean porque les has jodido tanto que ya nada sirve. Ya todo duele. Ya todo se acaba.

Antes de que entres en mi vida...

Antes de que entres en mi vida necesitas saber que soy una persona verdaderamente insegura, y no soy perfecta, de hecho estoy lejos de serlo. Tengo una muy baja autoestima y encuentro difícil confiar en la gente ahora. He cometido errores en el pasado y he aprendido a vivir con ellos. He aprendido a aceptar a las personas por quienes son en realidad. A veces puedo ser muy pesada, puedo preocuparme demasiado por ti y puedo estorbar... A veces no me apetece vivir esta vida, pero tengo un millón de razones para seguir viviendolas, es solo que tal vez no conozco todas esas razones aún. Echo de menos a personas que debería dejar de pensar en ellas para siempre. He querido, he hecho daño y me han hecho daño a mi. Y no soy perfecta. Pero esta soy yo, así que antes de entrar en mi vida, debes saber todas estas cosas. Porque si tú entras en mi vida, no te puedes ir de ella cuando las cosas se ponen difíciles... (como lo hicieron los otros en un pasado).

lunes, 2 de septiembre de 2013

Qué fácil es hablar, qué difícil entender.

¿Por qué me afecta tanto? Os lo voy a explicar.
Preguntadle a un ciego por qué no puede ver. Preguntadle a un mudo por qué no puede hablar. Preguntadle a un sordo por qué no puede oír. Son preguntas absurdas, ¿no? ¿Acaso el ciego no querría ver, el sordo oír y el mudo hablar? ¿Crees que no lo desearían? Es algo que les ha tocado vivir, es un obstáculo que les pone la vida. Es algo contra lo que no pueden luchar, y se tienen que acostumbrar a vivir con ello.
Yo he nacido así, soy demasiado sensible, me afecta. Vosotros tal vez perdéis a alguien a quién adoráis y sabéis olvidaros de todo y no sufrís, pensáis que merecéis algo mejor que lágrimas en el rostro, que merecéis sonrisas. Y sonreís.
Pero a mi no se me puede pedir algo que no me es posible. Rogadle al mudo que os hable. Suplicadle al sordo que os oiga. Ordenad al ciego a que os vea. Es fácil para vosotros, ¿no? 'Solo abre los ojos, es tan sencillo como eso'. El ciego, aunque los abra, sigue siendo ciego.
A mi no me pidáis que sonría, porque aunque sonría, seguiré llorando.

¿Quién quiere ser tragedia inolvidable pudiendo ser sonrisa inevitable?

Yo, que soy capaz de hacer reír a cualquier niño. Yo, que soy capaz de fingir una sonrisa por un tiempo. Yo, que soy capaz de hacerte ver la luz dónde solo hay oscuridad. Yo, víctima del pesimismo, soy capaz de entrar en un corazón de piedra. ¿Que de qué no soy capaz? Pues es todo muy paradójico. ¿Quién es capaz de romper esa coraza del corazón de alguien pero no consigue quedarse dentro? ¿Quién es aquel que se acerca pero luego le alejan el resto? ¿Quién es aquel que da un abrazo y en vez de sentir dos brazos a sus espaldas, siente dos manos en su estómago, apartando dicho abrazo? ¿Quién es capaz de hacer feliz a alguien y a la vez hundirle en la miseria? ¿Quién cojones es capaz de querer a alguien y hacerle daño?
¿Que la respuesta me da asco? Sí. ¿Que la respuesta está en mi carnet de identidad? Sí. Soy un volcán, soy un tsunami, soy un huracán o un jodido tornado. Aún no tengo claro que soy. ¿Que los volcanes pueden apagarse? Sí. ¿Que los tsunamis cesan? Pues sí. Mirando por el lado positivo, todas las desgracias ocurridas por este tipo de fenómenos nunca se olvidan para quienes las han sufrido, pero... ¿quién quiere ser tragedia inolvidable pudiendo ser sonrisa inevitable? 

domingo, 1 de septiembre de 2013

No sabéis lo que duele ser tu propio enemigo.

No sabéis lo que duele ser tu propio enemigo. Vivir de la autodestrucción, del dolor propio. Vivir obsesionada con el futuro, sabiendo que nunca será bueno, que miras a tu pasado y te da asco en lo que te has convertido. Llorar todas las noches cuan fumador no puede dejar de fumar por un día. Darlo todo por el resto y que sea insuficiente. No dar nada por ti y que sea demasiado. No merecer y haber tenido. No merecer y haber perdido.
Sólo me quedas tú, zarpemos de este muelle que se ha quedado vacío, que han rehuido de mi. Vayámonos mar adentro, querida Soledad. A ti si te merezco.
Parece todo cosa del azar, como tirar una moneda al aire y esperar a que salga cara. Pero sabes que siempre va a salir cruz, porque es tu moneda, es la moneda que tú has creado. Y te acercas a la gente, pero no les avisas 'cuidado que quemo' porque te da miedo que se alejen. Simplemente te acercas, esperando que haya alguien que se haya dado cuenta de que quemas, de que te quemas. Buscando a alguien que sea como una pomada y te alivie. Pero el problema viene cuando encuentras esa pomada, y te alivia, pero tú acabas agotándola. Nada es para siempre. Todo se acaba. Y sabrías que se acabaría pero te has estado quemando tan rápidamente que se ha acabado antes de lo previsto. Y te quedas con el culo al aire mirando a las estrellas y sintiéndote metafóricamente igual a ellas.
Solas, ahí arriba, alejadas las unas de las otras, porque no quieren dañarse mutuamente, porque no pueden vivir en la destrucción ajena. Solo quieren vivir en su propia autodestrucción. Y así viven, solitarias hasta el día de su muerte, cuando por fin se extinga la última llama.

viernes, 30 de agosto de 2013


Se retrocede con seguridad
pero se avanza a tientas
uno adelanta manos como un ciego
ciego imprudente por añadidura
pero lo absurdo es que no es ciego
y distingue el relámpago la lluvia
los rostros insepultos la ceniza
la sonrisa del necio las afrentas
un barrunto de pena en el espejo
la baranda oxidada con sus pájaros
la opaca incertidumbre de los otros
enfrentada a la propia incertidumbre
se avanza a tientas, lentamente
por lo común a contramano
de los convictos y confesos
en búsqueda tal vez
de amores residuales
que sirvan de consuelo y recompensa
o iluminen un pozo de nostalgias
se avanza a tientas, vacilante
no importan la distancia ni el horario
ni que el futuro sea una vislumbre
o una pasión deshabitada
a tientas hasta que una noche
se queda uno sin cómplices ni tacto
y a ciegas otra vez y para siempre
se introduce en un túnel o destino
que no se sabe dónde acaba.

'Mario Benedetti'.

¿Masoquista o gilipollas?

Me hice 'payaso' a ojos del mundo. Me engañaba a mi misma pensando que hacer sonreír a los demás me haría sonreír a mi. En realidad eso es lo que siempre he querido y lo que nunca he conseguido.
Que la gente cambia y que existe algún Dios pueden ser un símil. Al fin y al cabo la religión la creen algunos, otros no. ¿Y acaso no hay gente que piensa que las personas no pueden cambiar, y otras piensan que sí?
Puedo no tener fe en el ser humano, pero que la gente cambia es una creencia que siempre llevaré dentro. Cómo aquel hombre que afirma haber visto a la Virgen, yo afirmo haber visto a una persona cambiar. Bueno, más que visto, lo he sentido. Y es que esa persona está dentro de mi.
Dónde antes había una persona con sonrisa dibujada con rotulador permanente ahora hay un ser al que parece que ese rotulador le ha dado la vuelta al dibujo que dibujó. Dónde antes había una persona que se alejaba de las peleas y se acercaba a las personas ahora está ese ser demasiado sensible que se aleja inevitablemente de las personas y se acerca a las peleas. Y todo esto sin pensarlo. Y si el subconsciente le dice que continúe jodiéndose la vida a si mismo, el resto del cuerpo hace caso. Y bueno, los sentidos se han sensibilizado y ahora soy como un extraño monstruo, que me rozas y siento que me arañas, que me susurras y parece que me gritas, que saboreo el mismo aire que respiro a bocanadas, y que veo que se va alguien cuando aún me está dando el abrazo. No sé si me explico.
De todos modos me gustaría preguntarle a Dave Jones cómo hizo para arrancare el corazón y dejar de sentir nada. Es un personaje ficticio pero últimamente mi realidad parece un cuento. Y es que sin ese corazón, él no lloraba,  no sentía remordimientos ni tenía recuerdos que quería olvidar.
Porque si soy sincera, yo voy a contracorriente. Todo el mundo quiere borrar los momentos malos del pasado mientras que yo quiero olvidar también los buenos. Esos me joden más. ¿De qué sirve recordar algo que te hizo feliz, pero que ya no está? De nada, a mi no me sirve. Yo no soy capaz de ver el lado bueno de las cosas. O soy feliz con lo que tengo o no quiero nada más. Soy como una niña caprichosa que quiere solo ese juguete de los anuncios, pero que es demasiado para mi, que no me lo puedo permitir.. No por falta de recursos, puedo conseguirlo. Mi problema es la conservación. Veréis, yo soy un poco gafe y (vamos a dejarnos de metáforas) todas las personas que quiero o me quieren acaban en fecha de caducidad. Lo que me jode es que me funciona bien el código de barras y sé el valor de todas ellas pero es jodido que no funcione bien eso de adivinar cuando caducará todo porque, joder, cómo jode que las cosas cambien de golpe y que los problemas se agranden sin más. Como muñecas de Matrioska, cada problema va metiendose dentro de otro, y se va agrandando. Más.
Y más.
Y más.
¡Y YA ES HORA DE GRITAR A LOS CUATRO VIENTOS QUE UNA PERSONA QUE ACEPTA SUS ERRORES Y LOS SIGUE COMETIENDO, ES MASOQUISTA O GILIPOLLAS!
Y yo... ¿qué soy de esas dos?

martes, 27 de agosto de 2013

Merece la pena.

Hay que saber por quién complicarse la vida. Hay que saber elegir bien entre lo que quieres y lo que es bueno para ti. Por suerte a veces lo que es bueno y lo que quieres están inmersos en un mismo ser, aunque a primera vista todo parezca muy turbio. Pero al fin y al cabo las apariencias engañan, y solo uno mismo sabe que es lo que puede llegar a hacerle feliz. Hay que saber por quién dar la vida, por quién llorar y por quién reír. Hay que saber diferenciar entre lo que puedes hacer y lo que no, saber cuales son tus límites. Qué cojones. Ya estoy harta de límites, de ponerme barreras yo sola. Ya va siendo hora de coger carrerilla y saltar el puto abismo, aunque caiga y me estrelle. Ya tengo un colchón, ya he caído tantas veces que ya no siento ni el dolor. Por una vez más no pasa nada. Es que me da incluso igual. Me da exactamente igual si me tiro del precipicio y siento dolor, va a merecer la pena. Estoy segura de ello. He tardado en darme cuenta pero las cosas fáciles no son las que merecen la pena, por eso me complico la vida por algunas personas. Porque así sé que si merece la pena, que sí merece la pena cada sonrisa falsa con una lágrima entrecortada, porque merece la puta pena. Y no voy a parar hasta conseguirlo. Como para un payaso la sonrisa de un niño es su mayor debilidad, yo voy a hacer sonreír a quien quiero. Y eso merece la pena.

viernes, 23 de agosto de 2013

Lo mejor es sentirse libre en este mundo tan cerrado.

Acelerando por un camino en el que solo hay curvas. Normal que descarrile y me estrelle de vez en cuando. Pesadilla en pleno despertar, o mientras intento dormir. Cierro los ojos, no veo nada. Los abro y siento lo mismo que si los tengo cerrados. No sé si prefiero vivir en el mundo de mis pesadillas en sueños o en mis pesadillas reales. ¿Prefiero que me persiga 'el hombre del saco' o que me falle gente que prometió no fallarme?
Un paso hacia delante, dos hacia atrás. A lo mejor no es que no avance, sino que soy como un cangrejo que camina del revés.
No, demasiado positivismo. Poco propio de mi.
Lo mejor es sentirse libre en este mundo tan cerrado. Abramos un poco más la mente, y cerremos un poco más el corazón, que sino se llena de gente-bomba. Y el corazón no necesita bombear más de lo debido.
Aunque el mío parece un colador, lleno de agujeros.
Tengo un reloj roto. Cuando vaya a llevarlo a arreglar de paso dejo mi corazón. Un par de tiritas bastan, yo creo.
Al menos mi cabeza está en orden. Bueno, está en un desorden que para mi es perfecto. Admito que soy una persona que mucha gente cree que conoce. Pero no es así. Y cuando digo que no me conocen, es que solo saben lo que cualquiera puede saber de mi. Por eso valoro tanto a la gente que ha sabido hacer el puzzle y hacerme cantar como un gallo al amanecer, que sin darse cuenta está haciendo 'kikiriki'. Sin pensárselo. Solo porque sí. Si una persona consigue conocerme es porque ha conseguido hacer que yo haga 'kikiriki'. Sin pensarlo. Esa gen que ha sabido descifrarme, les quiero. Qué cojones. Les adoro. Y son pocos. No voy a decir la cifra, tal vez solo sea 1, 2.. Pero si alguien sabe descifrarme, lo sabe. Sabe que ha conseguido algo difícil.
Porque yo soy un puzzle de esos de 50.000 piezas. Solo los elegidos saben que piezas encajan. Y el puzzle no tiene por qué estar completo. También es bonito si hay piezas perdidas. Al fin y al cabo, lo imperfecto es lo más cercano a la perfección.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Yo no soy difícil, yo soy imposible.

+Estoy asustada por el futuro.  Puedes tomar una foto de algo que ves, ¿en el futuro estaremos ahí? Puedes escalar hasta llegar al sol o escribir una canción que nadie cantó o hacer algo que nunca antes se ha hecho.
-¿Estas perdido o incompleto? ¿Te sientes como un puzzle y no puedes encontrar tu pieza perdida? Dime, ¿cómo te sientes?
+ Bien, me siento como si los demás hablaran un lengua que no entiendo, y me están hablando.
-Así que no sabes a donde vas y solo quieres hablar, y sientes que vas hacia un lugar en el que ya estuviste.
+Sí.
-No le pediste nada a nadie pero te sientes ignorado.
+Sí. Malditas oportunidades perdidas. ¿Soy yo parte de la cura o de la enfermedad? Quiero vivir la vida y nunca ser cruel. Quiero vivir la vida y ser buena para ti, y para el resto. Y quiero volar y nunca bajar. Y vivir mi vida con amigos alrededor. Nunca cambiamos, ¿o sí?
-No, no...
+Nunca aprendemos, ¿o sí?
-...
+Así que quiero vivir la vida y siempre ser sincera. Oh, y me temo que no tengo un alma que salvar. Sí, he pecado todos los días. Todo el mundo dice que soy una idiota con las personas que más quiero. Todo el mundo dice que es estúpido lo que hago.
-Verás, nuestros hogares, lugares dónde hemos crecido, todos estamos acabados. Aunque vivimos en un bonito mundo, todos estamos acabados.
+Eso es lo que me asusta del futuro. Estar acabada.
-Todos estaremos acabados en el futuro. Pero te prometo una cosa, yo siempre cuidaré de ti. Eso es lo que haré. Ese será mi futuro.
+No lo merezco.
-¿Por qué no?
+Tal vez quieres hacerme cambiar. Pero yo no cambio para bien.
-Pero...
+No hay peros que valgan. Yo no soy difícil, yo soy imposible.