sábado, 7 de diciembre de 2013

No te rindas.

No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras,
enterrar tus miedos,
liberar el lastre, 
retomar el vuelo.
No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros,
y destapar el cielo.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda,
y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma
aún hay vida en tus sueños.
Porque la vida es tuya y tuyo también el deseo.
Porque lo has querido y porque te quiero.
Porque existe el vino y el amor, es cierto.
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas,
quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa,
ensayar un canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas
e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos.
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aún hay fuego en tu alma,
aún hay vida en tus sueños.
Porque cada día es un comienzo nuevo.
Porque esta es la hora y el mejor momento.
Porque no estás solo, porque yo te quiero.
Mario Benedetti

jueves, 5 de diciembre de 2013

Que viene y va.

No sé cómo mirar la vida. Ya no veo ningún ángulo bueno.
Me giro y no me gusta lo que veo detrás, sigo andando y tengo miedo del qué vendrá.
Y del presente mejor no hablemos. No, mejor no.
Porque nunca había tenido una época tan funesta. Tan desastrosa, tan absurda, tan...tan...
Que ya no sabes ni qué hacer, que ya vives con un constante nudo en la garganta, en el estómago, con un murmullo constante en tu puta cabeza 'has sido tú, tú tienes la culpa, si no fueras así...' Nunca estoy de humor, cualquier pequeña broma me hunde. No quiero seguir sintiéndome así de vulnerable. No me puedo permitir más errores, no puedo permitirme más noches en vela, llorando, joder, odiándome. Sinceramente, y lo digo completamente en serio, envidio a esas tías que lloran por un tío. Acabas olvidando, pero joder, ¿sabéis lo que es odiar a tu propio ser? ¡Intentas cambiar y no puedes y te jode y jode al resto y es una puta espiral de dolor que ya no aguanto más!
Y vives rodeada de gente que no sabes si se preocupan o no. Tal vez sí, pero ya están tan acostumbrados a verte así que ni se inmutan. Y otros pocos intentan sacar una sonrisa que, de ser sacada, está vacía. Vacía por completo.
Yo simplemente pido tener a gente a mi lado y saber que no se van a ir a la primera de cambio, que me van a aguantar y que van a intentar aceptar cómo soy. Pero sé que pido mucho, qué es demasiado difícil aguantarme, que es imposible no dejar de pensar que es mejor alejarse de mi que seguir en el mismo camino.
Y solamente quiero pedir perdón, perdón a todos los que os cruzáis en mi camino, a los que os hago tropezar. Soy la piedra que sobra del camino liso. De verdad, no lo hago aposta, no quiero hacer daño. Perdón por no saber hacer nada, por molestar cuando queréis que nadie os hable, por intentar animar y solo empeorarlo.
Y aunque me duela, escribo esto llorando, sabiendo que solo lo leerán un par de personas desconocidas que pensarán que soy estúpida u otro par que se sentirán identificadas. No lo sé, no me importa. Últimamente no me importa nada...

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Simplemente lloras.

Una vez me dijeron que luchase por lo que quería, que si de verdad yo lo quería con todo mi alma, merecería la pena, fuera lo que fuera y costase lo que costase. Y me lo creí.
Me creí todas esas mierdas relacionadas con la intencionalidad, con la buena fe de las personas. Me creí que lo importante era la intención, y que si intentabas hacer las cosas bien las harías bien. Me creía que si querías a alguien no le harías daño, ¿en que cabeza cabe lo contrario? Me creía que si sonreías a la vida, te sonreía a ti, y que si hacías el payaso a todas horas sabrían que es porque eres feliz.
Ahora todo es tan sumamente distinto..
Ahora sé que lo importante no es la intención, que de nada sirve intentar sacar una sonrisa si no lo consigues. No hay gris, es blanco o negro. Y siempre es negro. Entiendo que por muy buena fe que tengas no eres mejor persona, que vale más alguien que con poco te haga sentir genial que una persona que intenta diariamente que estés bien y solo empeora las cosas (como yo). Ahora sé que si quieres a alguien es posible hacerle daño, inconscientemente sale la mierda de persona que eres. Cuando crees que haces las cosas bien y solo las haces mal. Ahora sé que sonreír a la vida es algo absurdo. La vida es algo abstracto, no te puede sonreír de vuelta. Si estás mal, por mucho que sonrías, es jodidamente imposible que te sientas mejor. Y lo demuestra la ciencia, si no eres feliz, no generas las sustancias químicas que te hacen sentir bien, y sonreír es simplemente un acto físico, y no te hace sentir mejor. Y lo mejor de todo es que ahora sé que es mejor hacer el payaso para que se crean que estás bien, que para que lo sepan.
Y qué jodido es que te repitan una y otra vez que te mereces lo puto mejor, que te elogien siempre y luego se vayan, te dejen tirada, dejen de querer por el simple hecho de que saben que no mereces la pena, que estás tan hecha mierda que es inútil todo, y que no quieren rodearse de problemas que causo y tengo. Y se van, simplemente, y eso duele. Jode tantísimo saber que es por tu propia culpa, que noche tras noche te tumbas en la cama, miras al techo, pones una banda sonora triste, y lloras. Simplemente lloras