jueves, 24 de julio de 2014

Wake up!

Me da pena esas sonrisas abandonadas, esa felicidad desperdiciada en alcohol u otras drogas que te hacen olvidar esa noche de juerga y te llevan a la penuria de nuevo. Me da pena la facilidad de hacer 'copia y pega' en la personalidad, la pechonalidad a la que tanta importancia dais, la superficie antes que el fondo.. Me da pena lo fácil que es corromper la sociedad, que ve bonito un cuerpo y no se fija en lo demás. Me da pena la cruel realidad de los sentimientos humanos, lo fácil que es hacer daño, lo difícil que es arrepentirse. Me da pena que la guerra sea presente y la preocupación de la gente se centre en las rebajas, que la hipocresía se agrande y los corazones decrezcan, que los insultos desborden por bocas de niños de cinco años, que los adolescentes busquen sexo, fiesta, drogas... que los adultos se centren en un trabajo que les hace infelices. Que sí, que el dinero es importante, pero la felicidad es imprescindible.
Y es que hemos hecho del dinero un objeto necesario para vivir, y dejamos como secundario la felicidad. ¿Alguna vez os habéis preguntado por qué el suicida se suicida? Puede haber muchos motivos, económico, religioso, social... pero todo suicida se suicida por falta de felicidad. Porque la felicidad es vida, y sin ella, la muerte se vuelve más apetitosa. 

jueves, 17 de julio de 2014

Vivir es un efecto colateral de estar muriéndose

Cuántas cosas se nos escapan con un simple suspiro, que dispara esa bala de dolor a ver si alguien la alcanza antes de que le alcance a él.
La playa es un buen sitio donde lanzarlos, porque sabes que nadie te conoce, y la bala no les hará daño. Y miras al horizonte mientras, y ves el vacío del mar, aunque sabes que está lleno. Y sonríes. Sonríes viendo las olas y, tras ellas, el puto mar infinito juntarse con el cielo despejado. Y es bonito. Incluso es bonito meterte en el mar y sentir las algas rodear tu pierna, o ver una medusa nadar. Es incómodo, incluso desagradable, pero es bonito. Es la naturaleza, y supongo que hay que hay que saber que sus cosas malas también son bonitas. Ni siquiera hay que cambiar de perspectiva, solo de mentalidad. Mentalidad que descubres mientras lees un libro sobre personas con cáncer, pero que es de todo menos deprimente, y eso define que es un buen libro. Incluso te identificas con el autoestima depresivo de la protagonista, lo cual es un poco triste, porque claro, tener el mismo estado de ánimo que una persona moribunda, es deprimente en sí. Pero bueno, miremos al horizonte y fijémonos en la naturaleza exterior, que la mía propia ya evstá demasiado degradada y la mentalidad, ahí, no puedo cambiarla.

lunes, 14 de julio de 2014

Camino

La tinta ya no tiene espacio por donde deslizarse,
el papel se arruga y mi mano ya no escribe bien.
La cabeza está inmersa en un océano de personas
que bailan por ahí la danza de la lluvia de mis ojos.
El corazón se empapa de alcohol, garrafón tal vez,
que lo hace sentir vivo cuando se muere por querer.
Y joder, nadie me dijo que con un corazón tan pequeño se podría querer tan fuerte,
aunque tal vez el problema es sentir y no saber dar,
y claro, la despensa de sentimientos se queda sin espacio, y empieza a doler.
Supongo que la vida te pesa más si no sabes vaciarte,
pero vivir vacíos...
Vivir vacíos es un vicio, te acostumbras al silencio y la conciencia se apaga,
y el peligro, ay el peligro, el peligro se vuelve una estupidez que te de igual evitar
o chocarte con él de frente, te da igual.
Que peligroso es amar el peligro.

50/50

Creo que deberíamos darnos un tiempo,
querido corazón.
Porque tu quieres a contracorriente
y yo me quedo estancada detrás,
intentando alcanzarte.
Y me ahogo.

Sé que es imposible,
tú vives en mi
yo vivo de ti.
Pero no sirves más que de lastre
si sigues obligándome a nadar
cuando quiero desistir.
Y te estorbo.

Tú has nacido luchador
en un cuerpo de marioneta
y mueves todos mis hilos
con solo pensar
que el cariño
me hace feliz.


lunes, 7 de julio de 2014

¿Qué somos?

El mundo es una continuación de preguntas y nosotros nos hacemos cargo de responderlas. A veces nos las inventamos, a veces somos sinceros y a veces no contestamos. Pero si hay algo que no deberíamos hacer es plantearle al mundo más preguntas. Nos sumergimos en un mar de dudas que queremos resolver pero le tenemos pánico. Una respuesta dolorosa a veces puede clavarse y agarrarse fuerte al corazón dolorido. Queremos que la respuesta sincera sea la que queremos oír, y recalco, la respuesta sincera. Queremos saciarnos de respuestas que nos vacíen el cajón de dudas, pero lo llenamos sin darnos cuenta. Una y otra y otra vez. Somos esclavos de la verdad y verdugos de la mentira. Y de vez en cuando, muy de vez en cuando, somos una puta interrogación en busca de alguien que sepa respondernos.

domingo, 6 de julio de 2014

Di adiós.

Defiendes el dolor
como si fuese algo efímero
que solo sucede por merecerlo.
                                           
                       No es así.

Sufrir es algo simple,
sin barreras,
peligroso.

Quieres acabar con ello
y sacar a la luz
todas esas sonrisas
que en la sombra se ocultaron.
         
                    No es fácil.

Eres un ser frágil
sin ventura,
raro.

Por ello te pido:
aléjate del dolor,
Bel.