Se os van de las manos los chistes absurdos y ofensivos que hacen gracia a unos cuantos y no nos la hacen a otros tantos. El 'y tú más' tan superfluo que usáis día a día olvidándoos de la compasión y la empatía. Gritando a los cuatro vientos un 'yo no' que nos ha dejado sordas de tanto oírlo y a vosotros ciegos de tanto negarlo. Generalizar nunca ha sido ilegal, al igual que la palabra denota colectivo, no individuo. ¿Por qué os ofende una realidad tan vieja? ¿De verdad creéis que sois el centro de nuestro mundo? ¿Qué vuestra elocuencia es bien recibida? ¿Qué generalizamos para dañar vuestra honra? ¿Vuestra vida? ¿Pensáis que queremos más odio de vuestra parte después de siglos suplicando un perdón injusto? Tal vez, y solo tal vez, vuestra cólera se vea apaciguada si miráis hacia arriba, un poco más allá del ombligo, por donde sale el sol. Ahí fuera están los partidarios del feminismo, los aliados que no buscan elogios por darnos algo que nos merecíamos desde siempre. Buscáis cualquier hecho para mostrar vuestro falso apoyo buscando un gracias de nuestra parte, cuando no es de agradecer. No "malinterpretéis" una negativa, pues una palabra tan sencilla es universal. No os sintáis dueños y señores de palabras "bonitas" que no hacen más que avergonzarnos y que, por mucho que os pidamos un silencio, siempre tenéis que llevar las de ganar. ¿Qué más da lo que opinen ellas? Y aún así alzáis el puño feminista (o al menos escondéis el machista) y suplicáis vuestro premio por haber ganado una falsa justa, como medievales, luchando por el aplauso de unas princesas que no llevan corona, pero van armadas de principios hasta los dientes, acompañadas de unos grandes escuderos.
Sed nuestros Sancho Panza y, por favor, dejadnos a nosotras ser don Quijote.
Como dijo Simone de Beauvoir: 'el feminismo es una forma de vivir individualmente y de luchar colectivamente'.
Haced hueco, vienen las mujeres a liderar su propia vida.
