martes, 3 de septiembre de 2013

El miedo al dolor es lo que me ha provocado que me duela. La seguridad de que algo va a pasar es lo que me ha hecho ser insegura. Bailar bajo la lluvia, eso es lo que yo debería estar haciendo. No pensar en que está lloviendo y aún así bailar, ¡bailar!
No. No se puede ordenar al cuerpo a que baile si tienes la cabeza puesta en otros asuntos. Rayadas y pensamientos variados, todos sobre un mismo tema. De verdad, he intentado bailar bajo el chaparrón que me está cayendo pero es imposible cuando tengo goteras dentro de mi. Soy una persona MUY reservada, y siempre digo lo mismo; mucha gente cree que me conoce. Sí, cuento mis problemas y pido soluciones. Pero hay problemas tan... secretos, que no soy capaz de contarlos. Entonces es que no confío en nadie. ¡Y aplaudanme, señores lectores, que cuando por fin encuentro la confianza que necesitaba en alguien, esa persona se va! ¡SE ESFUMA! ¡Y YO SOY UNA PUTA PERSONA QUE NECESITA EXTERIORIZAR SENTIMIENTOS, PENSAMIENTOS Y PROBLEMAS, PERO NO CON CUALQUIERA!
¿DE QUE ME SERVÍS TODOS LOS QUE DECÍS QUE ES FÁCIL QUERERME SI NO ES FÁCIL PERMANECER A MI LADO? PARA ESO PREFIERO SER UNA PERSONA FRÍA Y DISTANTE, SIN UN JODIDO SENTIMIENTO, SIN UN JODIDO AMIGO.
Aprecia lo que tienes. Yo siempre lo he apreciado, siempre. Jamás me ha costado pedir perdón por mis errores ni decir 'te quiero' mil veces al día. Siempre he intentado ser suficiente para el resto y no puedo evitar no llorar al escribir esto. Cometer siempre el mismo error es de necios, y yo posiblemente me creía sabia porque había aprendido de ellos. Joder, cuánto duele no ser suficiente, cuánto duele hacer daño sin querer. Cuánto duele que no haya segundas oportunidades. Cuánto duele conseguir ser la de siempre y que no te crean porque les has jodido tanto que ya nada sirve. Ya todo duele. Ya todo se acaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario