domingo, 8 de septiembre de 2013

Infortunios.

Tú eres los libros que lees, las películas que ves, la música que escuchas, la gente que conoces, los sueños que posees, las conversaciones que tienes.
Tú eres lo que coges de todo eso.
Eres el sonido del océano, un soplo de aire fresco, la luz más brillante y la sombra más oscura. Tú eres todas esas experiencias que has tenido a lo largo de tu vida. Tú eres todos los segundos de todos tus días.
Entonces ahógate en tu mar de conocimiento y de existencia. Deja que tus palabras corran por tus venas y que los colores fluyan hacia tu mente.
Esa mente que se vuelve oscura cuando piensas en cómo eres. Llénala de color y de energía, riégala con agua bendita o sin bendecir, pero hazla que sonría. Sí, que sonría tu mente, tus pensamientos deben ser felices. Es mejor sonreír por dentro que hacerlo falsamente por fuera.
Aún me encuentro esperando a ese día en el que aprenda a volar y jamás vuelva a caer.
 No creo en el destino, pero todo sucede por alguna razón. Pero a veces la razón es que somos tan estúpidos que tomamos malas decisiones.

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