domingo, 6 de abril de 2014

Qué deprimente, como la vida de una marioneta de cuyos hilos tira cualquiera.
Hasta que viene alguien y los corta.
'Eres libre' - te dice. Pero no sabes aprovechar ese privilegio.
Y te encierras en tu jaula, porque un pájaro que nunca ha volado no sabe volar,
y se refugia dentro de su libertad, que le hace preso.
Un aplauso por todas esas penas que abrazamos y no soltamos,
y nos hacen pagar tributos
desinteresados a la par que homicidas.
Tengo tantas deudas con mi almohada
que ya le pago con lágrimas.
Los errores cometidos
los meto en un saco que guardo en el armario
y no lo abro
porque son un monstruo.
Los errores que me quedan por cometer
los tengo rellenando un vaso
del cual bebo a diario.

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