Yo no quiero que tu sufras la desgracia que me mantiene viva,
ni que atropelles pasos de cebra con pasos de plomo
o veas volar un pájaro y lo mates con la envidia.
Puedes irte lejos buscando algo firme que te llene,
yo prefiero quedarme cerca con mi efímero desprecio
y leyendo poesía sobre sentimientos rotos.
Quién sabe cuantos corazones hemos roto sin darnos cuenta,
lo importante es que nos cortamos con ellos
y sangramos recuerdos que recién nos visitan.
Porque el jilguero que no canta no es por tristeza,
solamente tiene pocas ganas de sentir
o simplemente le duele el exilio de su jaula.
Me encanta, sobre todo lo visual que es, y las imágenes que utilizas, y que parece un poco una canción. "o veas volar un pájaro y lo mates con la envidia." Esa frase es muy buena también. :)
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