Menos mal que nadie oye todo lo que pienso. Posiblemente me tacharían de lunática, o algo peor, ¿quién sabe? Y hablando de pensamientos lunáticos, loca me vuelven a mi los recuerdos.
Dejó de doler, pero se quedó la marca. Cada recuerdo que actúa con odio en mi memoria, porque todos, los buenos y los malos, todos me clavan espinas en el corazón. ¿Cómo es posible? Algo que habita en mi mente que haga tanto daño al corazón. Bah, imposible.

Y hablando de cosas jodidas, qué jodido es no sentirse querido, ¿verdad?
Lo malo es que quién mendiga cariño solo recibe lástima.
Ojalá pudiese vivir en un recuerdo en blanco y negro. Soy amante de los recuerdos, son experiencias que he vivido y que nunca más volveré a vivir o al menos no serán iguales. Quiero vivir en un recuerdo.
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