viernes, 9 de agosto de 2013

Un consejo: nunca falles a quien te quiere de verdad.

El problema de algunas personas es que, para conseguir cosas temporales, empeñan todo lo que tenían asegurado desde hace tiempo. Y es difícil asegurar algo temporal. Bueno, como bien dice la palabra, es temporal. Aunque nada es para siempre, en cambio los 'nunca' si que existen. Qué injusto, ¿no?
Menos mal que nadie oye todo lo que pienso. Posiblemente me tacharían de lunática, o algo peor, ¿quién sabe? Y hablando de pensamientos lunáticos, loca me vuelven a mi los recuerdos.
Dejó de doler, pero se quedó la marca. Cada recuerdo que actúa con odio en mi memoria, porque todos, los buenos y los malos, todos me clavan espinas en el corazón. ¿Cómo es posible? Algo que habita en mi mente que haga tanto daño al corazón. Bah, imposible.
Aferrarse a imposibles es una maravillosa forma de estar muerto en vida, y los imposibles se hayan en el futuro, y siendo negativa como soy, creo que hay tantas cosas imposibles que prefiero no mirar al futuro. Soy de las que se entretienen echando un vistazo al pasado, porque al fin y al cabo el presente es un instante y nadie es capaz de mirar a través de él.
Y hablando de cosas jodidas, qué jodido es no sentirse querido, ¿verdad?
Lo malo es que quién mendiga cariño solo recibe lástima.
Ojalá pudiese vivir en un recuerdo en blanco y negro. Soy amante de los recuerdos, son experiencias que he vivido y que nunca más volveré a vivir o al menos no serán iguales. Quiero vivir en un recuerdo.

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