Náuseas de principiante

Empezó con náuseas de principiante por unos sentimientos errantes. Ahora, no puede parar.
Él es un corazón que navega abierto, intentando por todos los medios mantenerse a cubierto de esa brisa fría que recorre su piel cada día. A primera vista parece clausurado e incluso él, muy molesto, se niega a aceptarse mellado. Buenos motivos tiene para verse indispuesto a sentir nada nuevo y, sin embargo, continua su travesía aceptando los relevos que aparecen cuando, descuidado y sin mesura, los recibe con miedo y sin cordura. Finge no saber qué está ocurriendo al volverse afectuoso pero finaliza en un desastroso desenlace ahogándose en su propia y ciega valentía y, con poca cortesía, ahoga en su propia sangre al navegante.