domingo, 27 de noviembre de 2016

Fecha y hora de demolición

Mi cartel de bienvenida deja mucho que desear, es una especie de 'aviso, casa del terror' que está mal colocado o tiene poco gancho porque nadie le hace caso.
La gente entra sin quitarse los zapatos y no solo se asustan cuando están dentro sino que deciden quedarse. Yo no soy capaz de echar a mis inquilinos pero tampoco puedo cambiar mis cimientos si no me ayudan.  A veces escuchan ruidos raros y se piensan que hay espíritus.  Los pobres no hacen daño, solo son la esencia de las personas que he sido incapaz de limpiar. No deberían estar ahí, hacen que la casa de más miedo y la debilitan, pero abrir la puerta sin que entre frío es difícil. 
Pero eso no es lo peor, ni mucho menos. Lo peor de una casa en ruinas es que se cae a pedazos y a cada portazo de despedida se desvanece un pilar y pocos son los que quedan para tantos espíritus. Esta casa del terror tiene fecha y hora de demolición.

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