jueves, 9 de enero de 2014

La vida.

La vida se basa en 'de repentes'.
Construye sus cimientos en esos momentos inesperados, en planes que no salen como has planeado, en canciones que escuchas por equivocación, en personas que conoces sin querer, en 'hola' y 'adiós'.
Se basa en perder y ganar, en luchar, conseguir, perder y derrumbarse. La vida se construye de momentos que vas a recordar durante toda tu vida, de momentos que pasan a ser inolvidables con un simple chasquido de dedos, o que quieres olvidar con una simple palmada. La vida se basa en tener que llevar pañales, pestañear, y tener que cambiarlos tú. Y si vuelves a pestañear, cuidado, puede que vuelvas a tenerlos puestos. La vida es caer sin darte cuenta de que estás cayendo, es levantarte con ayuda o sin ella, y volver a caer (también puedes caer con ayuda o sin ella), y levantarte de nuevo. Y viciarte a ese círculo vicioso.
La vida es joder (aposta o sin querer) y ser jodido (del mismo modo). La vida es mirar de reojo al pasado, llorar, y que al volver la vista al futuro lo veas todo borroso. Aunque la vida también puede ser mirar al pasado, reír y mirar al futuro con disimulo. También puedes intentar olvidar el pasado, pero querer olvidar es recordar, y recordar es no olvidar.
Cuando todo va bien, algo tiene que cambiar. Si todo va bien, algo malo va a pasar. ¿Por qué? Ya lo he dicho, la vida son 'de repentes'. De repente todo está bien y de repente todo está mal.
Pero recuerda, si todo va mal, de repente algo irá bien. Es cuestión de darle una oportunidad a la vida.

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